Existe una clasificación de empastes determinada, que depende del tamaño de las caries. Teniendo en cuenta la forma, podremos encontrar tres tipos de empaste: Simple, Compuesto o Reconstrucción:
Como hemos comentado, son varios los materiales utilizados para el empaste de una pieza dental. A continuación, presentamos una descripción de cada uno de ellos:
- Oro
- Porcelana
- Amalgama de plata
- Resinas compuestas
- Ionómero de vidrio
Oro y porcelana
El uso de empastes de oro y porcelana necesitan que un laboratorio protésico fabrique la restauración personalizada, es decir, a medida. Para llevar a cabo el empaste dental con este material es necesario acudir varias veces al dentista, por lo que el coste es mayor. La ventaja es que el empaste es mas duradero.
Amalgama de plata
El material de amalgama de plata se realiza el mismo día que se realiza la limpieza de la caries. Solo es necesaria una visita del paciente.
Lo mas destacable de los empastes de amalgama de plata frente a los empastes de resina compuesta o de ionómero de vidrio, son su alta durabilidad y un coste menor. Pero la estética es deficiente, son de color metálico y dañan la estructura dental circundante provocando grietas y fracturas.
Además, es un material que contiene mercurio y, aunque no existe asociación con problemas de salud, se están intentando retirar todos aquellos productos que contengan mercurio en su composición.
Resina compuesta e ionómero de vidrio
Son empastes blancos, que se realizan en una sola visita del paciente a la clínica dental. La principal ventaja de este material es estética, ya que el color del empaste se adapta al color del diente. Sin embargo, tienden a desgastarse antes que el empaste de amalgama de plata.